La luz de una vela
Deja que La luz de una vela sea el foco de atención durantes unos instantes.
¿ Te has parado a observar la cantidad de matices que hay en ella, en su interior y por su capa de fuera?
La luz de una vela tiene tantos matices como seas capaz de extraer de cada detalle en ella.
En meditación, se usa esta técnica ancestral, para comenzar el trabajo de concentración de la mente en un punto, sólo ese punto, observando su sutil balanceo, sus cambios de color y ligeros matices en su interior.
Desde ese punto de concentración, la mente comienza a relajarse, incluso evadirse, llevándo al cuerpo y la respiración a un estado de completa relajación y bienestar.
Te invito a que practiques este simple ejercicio sentado en una posición cómoda, con la espalda recta, puede ser en una silla o en el suelo o sobre un cojín.

Al principio seguro que aguantas poco, muy poco y que incluso lo dejes por aburrimiento o desidia...es normal, estás aprendiendo y la mente es muy rebelde cuando quiere.
Si te dispersas, o notas que quieres dejarlo, vuelve a concentrarte en ella unos instantes más, sólo, unos instantes más.
Con la práctica, observarás los cambios reales que se producen en el interior del cuerpo, de tu mente y de la respiración.
Namasté.