Upanisads
Cual árbol del monte es en verdad el hombre ...

Las Upanisads, escrituras secretas del siglo VIII a.C. hasta la Edad Media, pertenecen al final de la época védica en la India, marcando la relación directa de la filosofía vedanta.
Estas colecciones de textos van dando más importancia a lo filosófico e individual, siendo herramienta y mecanismo de un avance y transformación espiritual personal, a través de la posibilidad de liberación por los propios méritos y de la meditación o Dhyana; nexo este último de Jainistas, budistas, siglo VI a. C. y Astikas.
Las Upanisads proponen la unicidad y no-dualidad que encontramos en los Vedas, entendiendo que nuestra naturaleza no es distinta a la divina.
Las Upanisads recogen el gran panteón védico como Dyaus, Varuna, Asvins, Surya, Indra, Parjanya, Agni, Soma, atribuyendo a cada uno una función de la naturaleza, o actitud de la persona; muy parecido al panteón griego o Romano.
Definiciones como Atman, Brahman, Om, Púrusa, Prana vienen de estas escrituras.

Cual árbol del monte es en verdad el hombre.
Las hojas, su cabellera; la piel, la corteza de fuera.
Como de la piel la sangre, de la corteza la savia sale.
Brota la sangre del hombre cortado, como la savia del árbol golpeado.
Masa de carne, capas de madera; los tendones, fibra duradera.
Los huesos, la madera interior; el tuétano, de médula color.
De su raíz, más renovado, el árbol talado renace.
Una vez por la muerte segado el mortal, ¿de qué raíz se rehace?
Del semen nunca digas; producto es éste de la vida.
Cual árbol que de semilla nace, tras haber muerto de nuevo surge en realidad.
Si el árbol de raíz se arranca nunca puede volver a retoñar.
Si al mortal la muerte lo arrasa, ¿de qué raíz puede volver a brotar?
Cuando nace, no nace en realidad.
¿Quién engendrarlo podría, en verdad?
El bráhman es conocimiento, es felicidad, de quien hace ofrendas la meta final, también del equilibrado, del iluminado.
Brhadáranyaka Upanisad 3.9.28